
Ésta no es una historia cualquiera. Collie es un macho mestizo/cocker de 17 años. Está totalmente ciego y tiene una de sus patas quebrada desde hace tiempo. Su dueña, quien lo tuvo desde cachorro, lo abandonó en el canil municipal 'porque es muy viejo'. Pensamos que no tenía chances de ser adoptado y de pasar sus últimos días en una familia que le devolviese todo el amor que él, seguramente, supo dar a lo largo de su vida. Afortunadamente nos equivocamos. Apareció un corazón gigante que, en contrapartida de tanta crueldad, quiso adoptarlo y darle la oportunidad de pasar el tiempo que le quede en este mundo junto con otros perritos y rodeado del amor de una verdadera familia. No tenemos más que decir GRACIAS, de corazón.