
Gordo entró al canil municipal en muy buen estado de salud y - como su nombre lo indica - hasta tenía algunos kilos demás. Estaba muy bien cuidado y creímos que su dueño no tardaría en venir a buscarlo. Ademas, tenía una particularidad pocas veces vista en perros: enterraba sus necesidades y las de otros perros tambien!!! Lamentablemente su dueño nunca apareció. Pasaron varias semanas hasta que una familia decidió darle un hogar. Hoy nuestro 'Gordo' disfruta feliz de esta oportunidad que le dieron. Gracias por haberle dado una nueva familia.